Hay veces en que creo esto
no es más que una pesadilla, que en cualquier momento abriré los ojos y estaré
recostado en mi cama como si se tratase de cualquier otro día.
Otras veces, en cambio,
creo que acabaré volviéndome loco.
Eso es a lo que más temo, volverme loco. Quedar atrapado en un agujero oscuro dentro de mi mente donde
nadie más pueda escucharme gritar por ayuda.
Se que él lo sabe. Me lo
murmura al oído mientras duermo, en un susurro helado que cala hasta los
huesos.
Hay veces en que creo esto no es más que una pesadilla. Es entonces que abro los ojos y me doy cuenta de que lo es. El problema, es que ni siquiera despertando puedo escapar de ella.
Por que los fantasmas existen. Viven dentro de mí.
Por que los fantasmas existen. Viven dentro de mí.
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